Expulsión de los moriscos:
La expulsión
de los moriscos de la Monarquía Hispánica fue ordenada por el rey Felipe III y
fue llevada a cabo de forma escalonada entre 1609 y 1613. Los moriscos eran los
antiguos musulmanes convertidos al cristianismo, pero que aún seguían
conservando la lengua y las costumbres islámicas. En total fueron expulsadas
unas 300.000 personas, la mayoría de ellas de los reinos de Valencia y de
Aragón que fueron los más afectados. La causa de la expulsión pudo ser el
resentimiento de la población cristiana, aunque esto no está claro. También
pudo contribuir la opinión de que eran un problema para la Monarquía Hispánica
por sus simpatías hacia los piratas berberiscos y los turcos, enemigos de dicha
Monarquía.
Unión de armas:
Fue un
proyecto político presentado en 1626 por el conde-duque de Olivares, valido del
rey Felipe IV, por el que todos los "Reinos, Estados y Señoríos" de
la Monarquía Hispánica contribuirían en hombres y en dinero a su defensa.
El conde-duque pretendía hacer
frente así a los gastos militares originados por la Guerra de los Treinta Años.
La dificultad del proyecto era que lo aceptaran las instituciones propias de
cada Estado —en especial las Cortes—, ya que éstas eran muy celosas de sus
fueros y privilegios.
Rebelión de Cataluña:
Comenzó con
el llamado “Corpus de Sangre” del 7 de junio de 1640, explosión de violencia en
Barcelona —cuyo hecho más trascendente es el asesinato del conde de Santa
Coloma, virrey de Cataluña—
protagonizada por campesinos y segadores que se sublevaron debido a los abusos
cometidos por el ejército real desplegado en el Principado a causa de la guerra
con Francia, enmarcada dentro de la Guerra de los Treinta Años.
Revolución de los precios:
La llegada
de un gran volumen de oro y plata desde las colonias de América hacia España
contribuyó a una subida generalizada de precios en toda Europa, puesto que los
metales preciosos de la Monarquía Hispánica se extendían rápidamente por todo
el continente para pagar la política exterior de los Austrias españoles y sus
numerosos conflictos, así como para hacer frente a los préstamos de banqueros
alemanes e italianos y también para pagar las manufacturas extranjeras que se
necesitaban en España y sus colonias.
Mercantilismo:
Constituye
un conjunto de doctrinas económicas que se desarrolla en Europa y sus colonias
a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII. Sus principales características
son:
o Considera que la riqueza de un país
depende de la cantidad de oro y plata que se pueda atesorar dentro de sus
fronteras. Para acumular oro y plata es necesario incentivar las exportaciones
y reducir las importaciones, mediante medidas proteccionistas.
o Para poder exportar es necesario
impulsar las manufacturas. Éstas estarán controladas por el Estado, con la
creación de manufacturas reales.
o El comercio se desarrolla mediante la
creación de compañías privilegiadas y dependientes del Estado.
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